COP 21 de París. La Cumbre de los héroes anónimos por el clima
Un informe para saber todo lo necesario de cara a la cumbre del clima de París y para conocer a las personas anónimas que posibilitarán el cambio
Introducción
Cada vez son más las voces que, además de actuar, exigen a los políticos que también actúen contra el cambio climático. Greenpeace ha elegido a siete entre un millar que, en pocos días, se ofrecieron voluntarios, o fueron propuestos por otras personas, por su ejemplarizante actitud para salvar el clima. Además de Claudia, que con su actitud quiere hacer su instituto más verde, se encuentra Jorge, un valiente bombero y productor fotovoltaico en Valladolid; Azarug, un joven estudiante canario que quiere que sus islas sean 100% renovables; Carlos, un viticultor ecológico de Pozuelo del Rey con 74 que tiene ideas más avanzadas que la mayoría de los políticos; Nathalie una estudiante de 16 años de Barcelona que también está provocando que su colegio sea cada día más sostenible; Carolina, veterinaria y truficultura que ve cómo el cambio climático pone en peligro la subsistencia de todo el sector, y Iñaki, un arquitecto de Madrid que no concibe la arquitectura si no es ecológica.
Todos ellos aspiran a que los políticos que acudan a la Cumbre de París les escuchen y, de una vez por todas, antepongan las personas a los intereses de las grandes empresas contaminantes y tomen medidas para frenar el cambio climático.
21 Cumbres por el clima
Durante este último año hemos escuchado a dirigentes políticos, líderes religiosos, representantes de la sociedad civil y empresas e institutos internacionales con un mensaje claro que refleja la importancia de alcanzar un acuerdo internacional en París que sea lo suficientemente ambicioso y que asegure que nos mantengamos lo más lejos posible de un aumento de las temperaturas de 2ºC (o de 1,5ºC, como recomiendan cada vez más expertos).
Y es que la preocupación por el cambio climático es ya algo global y ha salido a la calle en centenares de rincones del mundo, en numerosas movilizaciones sociales que reclaman a los políticos una actuación urgente y real frente al cambio climático y unas políticas climáticas y energéticas para la gente y no para el beneficio de los que contaminan.
Frenar el cambio climático es el principal reto al que nos enfrentamos en este siglo. Ya no cabe ninguna duda de que el calentamiento global es una realidad que está sucediendo ya y que es provocado por las emisiones de CO2 derivadas de las actividades del ser humano. En el último informe del Grupo de Expertos de Cambio climático (IPCC) se constata que el cambio climático es una amenaza creciente para la seguridad de la humanidad, ya que aumenta la vulnerabilidad al acceso de alimentos y agua e incrementa los riesgos de migración y de conflictos violentos.
A pesar de las negociaciones internacionales sobre cambio climático que comenzaron hace ya dos décadas, las emisiones de gases de efecto invernadero no han cesado de crecer. Los acuerdos internacionales que se han aprobado hasta la fecha han sido muy débiles y no ha habido un compromiso de cumplimiento para los países industrializados dirigido al cambio del modelo energético y el freno de la dependencia de las energías sucias y peligrosas.
En la cumbre climática de París tenemos una nueva oportunidad para que los gobiernos de todo el mundo pongan fin a las subvenciones al carbón, el petróleo y el gas, principales responsables del cambio climático y para acelerar el cambio a un modelo energético basado 100% en energías renovables. No hay excusas, las tecnologías renovables además de más baratas, ya están listas para competir con las energías sucias y la ciudadanía y el planeta no pueden esperar más.