Tiene dos hijos, va al trabajo en bicicleta, es deportista y está comprometido con el medio ambiente. Sobrevive gracias al apoyo de su familia porque su día a día es convivir con deudas millonarias, aún así es positivo "toda la sociedad se tiene que dar cuenta de que hay que hacer más para quitar las barreras normativas que impiden conseguir energía del sol. Nosotros fuimos los pioneros, ahora ya es imparable"
Con tan solo 34 años Jorge invirtió en su planta fotovoltaica en La Mudarra (Valladolid). No fue una decisión alocada, se tomó su tiempo y le convencieron las garantías del Estado y ya que se trataba de una inversión ética. "El gobierno nos dijo el sol puede ser tuyo, invierte en renovables y después quitó las ayudas. Soy un funcionario normal y mi familia también es muy normal, me dieron un millón de euros en el banco porque me avalaba el Gobierno. Ahora soy un cadáver financiero".
Todavía recuerda con ilusión los años en los que, junto a Diego, montaron con otras siete personas la planta solar que hoy está funcionando a medias en Valladolid: "Venía con mis hijos, que eran pequeños, y mirábamos cómo avanzaban las obras de la planta, teníamos muchísima ilusión, la inversión era muy alta pero podíamos amortizarlo rápido y, sobre todo, sentía la convicción de invertir en algo bueno para el planeta".
Ahora Jorge y su familia, son una de las 62.000 familias españolas afectadas por el recorte a las renovables en nuestro país. Su situación es desesperada, pero ha tenido todo el apoyo económico de su familia, él mismo reconoce que hay situaciones peores "hay muchas familias arruinadas completamente, muchos ya nos hemos asociado en Anpier y estamos luchando por nuestros derechos".
Jorge tiene claro que la energía del sol es el presente, "La energía solar para mí es un cambio total para la humanidad. Hasta hoy siempre ha estado en manos de unos pocos y ahora tenemos la posibilidad de generar energía de manera individual. Cada uno en su casa puede generar lo que quiera. Es un hito histórico".
Y aunque la situación está complicada no pierde la esperanza de un futuro renovable: "Siempre pienso que hay que levantarse y esta es una más. Es una cantidad muy seria porque es mucho dinero, que hemos arriesgado, pero nos anima que sabemos que tenemos razón, que hemos hecho algo muy bueno y tarde o temprano se reconocerán nuestros derechos. Estamos sufriendo una situación penosa pero ahora ya se instala fotovoltaica de manera más barata y asequible en el mundo, gracias al esfuerzo de las familias fotovoltaicas españolas que iniciamos esta revolución. España tiene instalados 4600 megavatios, estamos a la cola en Europa y eso que fuimos pioneros".
Para Jorge el futuro pasa por las renovables, la única solución al cambio climático: "Por mi profesión todos los años vemos como aumentan las hectáreas que se queman, detrás está el ser humano que no mira el mañana. El presente y el futuro son las renovables para acabar con un cambio climático que puede ser irreversible".
